Lista de enfermedades que dan derecho a solicitar una incapacidad permanente.
Debemos recordar que el INSS concede una pensión de incapacidad laboral siempre que el trabajador que padece lesiones graves, crónicas, e irreversibles.
No existe oficialmente un listado oficial como tal, sin embargo, hay una serie de patologías que comúnmente han sido y son reconocidas -tanto por vía administrativa como judicial- como las que pueden dar origen a una incapacidad laboral.
Hay que tener en cuenta que una misma patología puede ser incapacitante para trabajar en algunas personas, pero no para otra con un cuadro clínico medico similar al afectarle de una forma mas leve y permitirle trabajar.
Pasamos a exponer las enfermedades invalidantes mas frecuentes :
Enfermedades cardiológicas o cardiopatías:
Arterioesclerosis de arterias coronarias, cardiopatía isquemica, infarto agudo de miocardio, taquicardias.
La insuficiencia cardíaca se produce cuando el corazón no puede bombear suficiente sangre al resto del cuerpo. Los principales síntomas de esta dolencia son: disnea, ortopnea, fatiga, edema, oliguria, aumento de peso, debilidad y desmayos.
La causa más común es la enfermedad coronaria y la hipertensión arterial, pero existe un gran número de enfermedades del corazón que pueden causar una insuficiencia cardíaca con una afección crónica, aunque algunas veces se puede presentar repentinamente. Cuando los tratamientos terapéuticos no funcionan, la insuficiencia cardíaca ha devenido en grado terminal y debe realizarse un trasplante de corazón.
En relación a las patologías de taquicardias será viable una incapacidad laboral si en alguno de los controles se puntúa dentro de los siguientes tramos: clase III o III-IV en la escala de la NYHA, entre 2 y 4 METS en la prueba de esfuerzos mantenidos, o entre 25 y 40% en la valoración de la FEVI o FE. Con evidencia también de disnea o ahogo a pequeños esfuerzos
En cuanto a la cardiopatía isquémica, la doctrina Jurisprudencial de los Tribunales exige que la cardiopatia sea al menos catalogada como de CLASE II o superior, es decir se incluye a pacientes con limitación en la actividad física: los esfuerzos habituales provocan la aparición de síntomas de fatiga al mínimo esfuerzo.
Enfermedades endocrinología:
Como pueden ser entre otras la enfermedad de Crohn, obesidad mórbida o también pancreatitis aguda crónica.
La enfermedad de Crohn, al ser una enfermedad con una patología muy problemática para la realización de determinados tipos de trabajo, incluso, dependiendo del poseedor de dicha enfermedad, y de su gravedad, puede incapacitarle para todo tipo de trabajo, ya que es una enfermedad que provoca dolor abdominal, retortijones frecuentes, diarrea con incontinencia fecal que provoca, necesidad de ir al baño con frecuencia, a veces sangrado rectal, anemia (que puede causar mareos o cansancio), pérdida de apetito, pérdida de peso y fiebre. Durante los períodos de síntomas activos, los pacientes también pueden experimentar fatiga (cansancio extremo), lesiones en la piel, en los ojos, o dolores en las articulaciones. En conjunto, todos estos síntomas implican una limitación funcional grave para desarrollar cualquier tipo de trabajo.
La obesidad mórbida, ya la hemos valorado en otro articulo anterior que pueden consultar aquí y se resume en que la obesidad mórbida suele llevar aparejadas otras enfermedades como la hipertensión, diabetes, problemas de espalda, movilidad reducida, apnea del sueño, depresión y ansiedad etc. Todas estas enfermedades deben ser valoradas junto con la obesidad para estudiar la viabilidad de la reclamación de la pensión de incapacidad correspondiente
Enfermedades pulmonares:
Uno de los ejemplos más comunes de enfermedades pulmonares con derecho a incapacidad permanente es el asma persistente y severo.
En el caso de patologías pulmonares severas con afectación grave en bronquios que supongan fatigas a mínimos esfuerzos
Normalmente el asma grave y crónica esta asociada a alergias a productos o sustancias como polen, hongos, productos químicos que impiden trabajar en ambientes labores que supongan contacto con estos ambientes hostiles y perjudiciales para vías respitarorias.
Algunos casos son las incapacidades por fibrosis, como la fibrosis quística, la fibrosis pulmonar o la obstrucción pulmonar.
En estos casos, puede llevar a conceder una incapacidad laboral total para las profesiones que supongan contacto habitual con estos productos químicos como detergentes, plasticos, maderas, etc.
Enfermedades neurológicas:
Algunas de las enfermedades neurológicas más comunes con derecho a incapacidad permanente son:
- Alzheimer
- Aneurisma
- Enfermedad de Charcot-Marie-Tooth
- Esclerosis Múltiple
- Ictus
- Párkinson
Alzheimer.
En el caso de la enfermedad de Alzheimer está justificada la solicitud de incapacidad total o absoluta según lo avanzada que este la enfermedad. Cuando se diagnostica la existencia de deterioro cognitivo moderado-severo, sobre todo en la memoria y las funciones ejecutivas, se puede hablar ya de incapacidad permanente absoluta por Alzheimer. Porque en dicha situación el trabajador no puede llevar a cabo ningún tipo de actividad laboral con normalidad. Tambien es posible obtener el complemento de Gran Invalidez cuando la enfermedad tiene un grado severo y el paciente necesita asistencia y apoyo de terceras personas para actividades básicas como vestirse, asearse, comer o tareas análogas.
Charcot Marie Tooth.
El sindrome de Charcot-Marie Tooth podría generar el derecho a una Incapacidad Permanente. Pero habría siempre que disponer de los informes de seguimiento del neurólogo donde se refleje el grado de afectación severa en las extremidades: debilidad, deformidades, pérdida de sensibilidad, etc. Si el trabajador ha sido diagnosticado de esta patología antes de empezar a trabajar, para obtener una prestación de incapacidad permanente deberá acreditar empeoramiento considerable que le impida desarrollar su profesión habitual.
Esclerósis Múltiple.
En los casos de esclerosis múltiple, deberá estar acreditado que la enfermedad esta en un grado avanzado, el trabajador deberá tener un deterioro importante en el sistema motriz como puede ser entumecimiento o debilidad en una o más extremidades.
Tenemos un artículo en el blog explicando cómo solicitar una incapacidad permanente por esclerosis múltiple.
Tambien puede presentar espasmos eléctricos que se producen con ciertos movimientos del cuello. También son frecuentes los problemas de visión, Visión doble prolongada o borrosa. Además, hay otros síntomas más heterogéneos como puede ser fatiga y mareos.
Ictus Severos.
Otra patologia que frecuentemente puede ser susceptible de incapacidad laboral permanente son los casos de ictus severos.
El ictus es un accidente cerebrovascular, originado por una alteración repentina del flujo sanguíneo en el cerebro, pudiendo llevar al trabajador a merecer una incapacidad permanente.
La lesión cerebral provocada por el ictus, puede conllevar pérdida del habla, pérdida de visión, páralisis, inestabilidad, problemas cognitivos, entre otras. El derecho a una incapacidad permanente, en el grado de total o absoluta dependerá de la situación en la que se encuentre el enfermo después de padecer el ictus.
En ocasiones, se tendrá derecho a una gran invalidez, cuando se presenten todos los síntomas (trastorno del habla, déficit equilibrio, parálisis y problemas cognitivos) y el trabajador pueda necesitar el apoyo de terceras personas para actividades basicas como caminar, vestirse, asearse o comer.
Parkinson.
La enfermedad de Parkinson tambien es frecuente las patologías merecedoras de una incapacidad laboral. El Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa crónica que provoca el deterioro del sistema nervioso central y, por tanto, de las capacidades motoras del paciente.
Podemos encontrar un cuadro sintomático muy variable dependiendo de cada paciente, pero frecuentemente encontramos síntomas del Parkinson, como son, temblores constantes suelen aparecer en mayor frecuencia cuando se está sentado o en reposo, rigidez en el tronco y en las extremidades, lentitud de los movimientos, Inestabilidad en la postura que puede provocar caídas o dificultad para mantener el equilibrio, y ademas suelen moverse de forma encorvada y con un nulo movimiento de los brazos.
Todos estos síntomas, cuando son continuos y graves impiden trabajar al paciente y por ello, tendrá derecho a obtener una incapacidad permanente siempre que el médico realice un diagnóstico detallado y que determine que el Parkinson está en un grado avanzado y severo.
Migrañas Crónicas Recurrentes
El reconocimiento de una incapacidad permanente por migraña dependerá de la afectación y gravedad de la misma. Se valorará la frecuencia, la intensidad de las crisis y si el trabajador ha agotado las posibilidades terapéuticas. Por ello, es importante justificar que a pesar de la medicación preventiva y la administración de toxina botulínica, los episodios de migrañas continúan siendo frecuentes.
En el caso de la incapacidad permanente por migraña es necesario tener un control con un diario de migrañas o cefaleas validado por el neurólogo que nos está haciendo el seguimiento.
La incapacidad permanente total para la profesión habitual por migrañas persistentes se suele conceder en aquellos casos en que el tanto el dolor como el resto de síntomas son incompatibles con la profesión habitual concreta pero no para la realización de todo trabajo.
No es frecuente el reconocimiento de una incapacidad permanente total por migraña pues la misma, al ser incapacitante, suele estar más relacionada con la incapacidad permanente absoluta. No obstante, hay que estudiar cada caso en caso concreto, pues una misma enfermedad no afecta a todos por igual.
El grado de incapacidad permanente absoluta por migraña se reconoce a aquellas personas que no están en condiciones de realizar ninguna actividad laboral consecuencia de la gravedad del diagnóstico. Generalmente, suele concederse a aquellos trabajadores a las que la enfermedad les afecta más gravemente no sólo en el ejercicio de cualquier trabajo sino también en las actividades sociales o en las actividades propias de la vida diaria.
Oftalmología:
Existen diferentes patologías relacionadas con la perdida visual o déficit ocular y todas ellas se definen con base en la agudeza o campo visual. Hablamos de déficit visual cuando en uno de los dos ojos existe una reducción considerable de la agudeza visual, afectando aun con el uso de gafas. O bien existe una disminución relevante del campo visual del ojo.
El déficit visual tiende a originarse por un mal desarrollo de los órganos visuales, o como consecuencia de accidentes donde los ojos resultaron lesionados. O también por el padecimiento de patologías que afectan a la visión. Dentro de esas enfermedades destaca la diabetes, las cataratas, el glaucoma y el tracoma.
- Desprendimiento de retina
- Glaucoma
- Cataratas
- Tumores Oculares
- Retinopatía Diabética
Desprendimiento de retina:
En los casos de desprendimiento de retina habrá que valorar la intensidad y porcentaje de perdida visual del trabajador en ambos ojos.
En los casos de categorías profesionales que exijan una de alta exigencia visual, o que requieren de visión binocular prácticamente perfecta (por el nivel de riesgo o el trabajo en detalle), se puede declarar una incapacidad permanente parcial por desprendimiento de retina. Un ejemplo de profesión de estas características sería las profesiones de manipulación de herramientas peligrosas, trabajos de precisión como el tallado de madera, piedra o vidrio, uso de grapadoras, soldadores, trabajos eléctricos de baja tensión, uso de productos químicos o aparatos con láser.
La incapacidad parcial sera posible cuando se pierda la visión total en un ojo, manteniendo el otro sano. En estos casos, la pérdida visual deberá estar en una horquilla el 24 y el 36% en la escala de Wecker -el criterio que más se utiliza ante los juzgados para valorar una prestación de incapacidad permanente en caso de pérdida de visión-.
La incapacidad total por desprendimiento de retina se enfoca hacia aquellas profesiones de moderada-importante exigencia visual: vigilantes de seguridad etc.
Se suele hacer efectiva cuando la visión binocular es inferior a 0,3-0,4 (o pérdida entre el 37 y el 50% según la escala de Wecker).
Si la visión binocular es inferior a 0,2, o se acredita una perdida visual superior al 50% en la escala de Wecker, se podría acceder a la incapacidad permanente absoluta por desprendimiento de retina.
Con una visión binocular inferior al 0,1 (o pérdida del 84% como mínimo en la escala de Wecker), estariamos ante una GRAN INVALIDEZ por desprendimiento de retina debido a ceguera legal y siempre que se acredite la necesidad de apoyos de tercera persona para los actos básicos de la vida diaria como vestirse , asearse o comer.
Dermatología:
La enfermedad dermatológica más común par asolicitar una incapacidad permamanente es la dermatitis crónica.
Las enfermedades de la piel difícilmente podrá llevar a una incapacidad absoluta para cualquier tipo de actividad profesional. Pero si podremos encontrarnos ciertas profesiones cuyo contacto con productos químicos le originen dermatitis alérgicas.
La incapacidad permanente parcial por dermatitis puede tener lugar cuando se pueda acreditar una disminución del rendimiento de trabajo superior al 33%. Por ejemplo, un técnico de laboratorio alérgico a ciertos productos químicos hará su trabajo con mayor dificultad, por lo que recibiría una indemnización de 24 mensualidades de salario por incapacidad parcial debido a dicha dermatitis severa y cronica .
En cuanto a la incapacidad permanente total, se reconocerá en profesiones donde exista contacto con elementos que causen fuertes alergias o reacciones debido a la dermatitis, de manera que no se puedan realizar las tareas encomendadas por el empresario.
Podía ser concedida la incapacidad laboral , por tanto, a un profesional de peluquería por el contacto con productos químicos por uso de tintes o también una reponedora de supermercado por su contacto frecuente con ciertos alimentos que le producen alergias al exponerse directamente a dichos productos.
Incapacidad permanente por enfermedades oncológicas:
En este artículo explicamos cómo solicitar una incapacidad por cáncer.
Algunas de las enfermedades oncológicas por las cuáles se conceden más incapacidades permanentes son:
- Cáncer de mama
- Cáncer de pulmón
- Cáncer de colon
- Cáncer de recto
- Metástasis
Como cualquier enfermedad, lo que determina el tipo de incapacidad laboral en casos de cáncer, es cómo afectan las secuelas que cada individuo padece a su capacidad para trabajar, pero al tratarse de una enfermedad que puede afectar a varios órganos e ir agravándose, puede corresponder una incapacidad total si estás afectado en pocos órganos y en una fase inicial; una absoluta si las secuelas se han agravado; o incluso una gran invalidez en los casos más graves.
Las secuelas con limitaciones físicas y psíquicas que sufre un afectado de cáncer -y no tanto el propio diagnóstico – son lo que realmente se tiene en cuenta a la hora de reconocer o denegar una incapacidad permanente. Por lo general, ciertos tipos de cáncer o tumores dejan como secuela irreversible una astenia severa en el paciente. Este cansancio crónico inevitablemente repercuten negativamente en la vida personal y laboral del paciente. Asimismo, el propio proceso oncológico de la quimioterapia también deja secuelas en el organismo que le impiden trabajar.
En todo caso, habrá que justificar que se agotado el tratamiento terapéutico y posibilidades rehabilitadoras.
Por último, cuando se presenta algún tipo de agravamiento de las secuelas del cáncer o se desarrollan unas nueva patología, se podrá solicitar al Equipo de Valoraciones (EVI) una revisión de grado por agravamiento para obtener la absoluta o la gran invalidez, por necesitar apoyo de terceras personas, de modo que tu pensión se vería incrementada sensiblemente.
Incapacidad permanente por patologías psiquiátricas severas:
Las enfermedades psiquiátricas invalidantes mas frecuentes son:
- Trastorno de ansiedad
- Trastorno de personalidad
- Demencia
- Agorafobia cronica
- Depresión mayor grave
- Esquizofrenia
- Trastorno adaptativo mixto
- Trastorno bipolar
- Trastorno obsesivo compulsivo ( TOC)
En principio, para que se conceda una incapacidad laboral permanente por trastorno mental es necesario que el proceso sea considerado crónico e irreversible. Además, si existen otras patologías derivadas, en el momento de valorar las secuelas se hará como suma de afecciones. El EVI deberá valorar la falta de respuesta ante los tratamientos farmacológicos y terapéuticos , las limitaciones funcionales y la presencia de intentos autolíticos o su riesgo.
Trastorno de ansiedad
El trastorno de ansiedad generalizado y social junto al estres post traumatico son las enfermedades psiquiátricas mas frecuentes y se caracteriza por ser un tipo de enfermedad mental caracterizado por la preocupación y sentimientos de miedo, terror o intranquilidad excesivos. Estos trastornos generan un importante malestar y afectan al funcionamiento habitual de la persona. Debera ser de larga duracion y no recurrente por episodos aislados por circunstancias adversas o negativas que suelen mejorar cuando desaparecen dichas circunstancias.
Trastorno de la personalidad
La incapacidad laboral es frecuente por trastorno de personalidad grave de tipo esquizoide o paranoide. Suelen manifestarse con un patrón prolongado de emociones y pensamientos que no son saludables y resultan inflexibles, especialmente unidos con el estrés y los problemas cotidianos. Estas conductas provocan serios problemas en las relaciones sociales y limitan gravemente en el trabajo al no poder desarrollar una actividad profesional con productividad, continuidad y mínima eficacia.
Esquizofrenia
La esquizofrenia es una patología psiquiátrica grave pueden perder el contacto con la realidad (psicosis), sufrir frecuentes alucinaciones, tener pensamientos anormales y conlleva problemas en el plano afectivo, social y laboral.
Agorafobia
El trastorno de agorafobia, supone un miedo o temor irracional a los espacios abiertos. Suele provocar un sentimiento de indefensión, frustración y sobre todo, pánico. Además, en muchos casos la agorafobia va unido al pánico irracional, que no es otra cosa que la ansiedad que provocan ciertas situaciones en las que nos sentimos absolutamente indefensos. Este escenario provoca la imposibilidad de sentirnos seguros en cualquier lugar público, se hace imposible mantener el grado de comunicación mínima necesaria para desempeñar una actividad laboral bajo un nivel de rendimiento y continuidad mínimo exigible. El trastorno debe ser prolongado en el tiempo y persistente para que se considere invalidante debe ser cronico e irreversible.
Incapacidad por depresión
La depresion mayor grave, es un trastorno psiquiatrico cronico que debe reunir varios requisitos necesarios , como son el seguimiento en centro de salud mental y que en el diagnóstico que realiza el psiquiatra figure que la patología es una depresión mayor grave. El tratamiento con psicofármacos también es determinante y justificar la medicación que se toma que suele afectar al nivel de concentración y mínimo rendimiento cotidiano y laboral.
Es importante tener diversos informes psiquiátricos de seguimiento que describan claramente la gravedad y que el seguimiento es de larga data, durante varios años. Todo ello determina que la depresión es crónica y de larga evolución, es decir, que a pesar de la terapia que se está siguiendo, la patología no mejora y por lo tanto es irreversible.
Puedes ver más detalles sobre la incapacidad por depresión en este post.
Incapacidad permanente por trastorno bipolar
Otra patología psiquiátrica frecuente es el trastorno bipolar, y supone una alteración del estado de ánimo entre la manía o hipomanía —fase de alegría, exaltación, euforia y grandiosidad— y la depresión, con tristeza, inhibición e ideas de muerte.
Desde el punto de vista médico se distinguen dos clases:
- Trastorno Bipolar Tipo I: Se caracteriza por la presencia de episodios de manía, episodios mixtos y episodios de depresión.
- Trastorno Bipolar Tipo II: Se caracteriza por la presencia de episodios de hipomanía y episodios de depresión. La hipomanía se caracteriza por presentar los mismos síntomas de la manía, a excepción de la sintomatología psicótica, pero en menor intensidad. Se caracteriza por la presencia de episodios de manía, episodios mixtos y episodios de depresión.
El grado de incapacidad permanente total para la profesión habitual por trastorno bipolar suele concederse a aquellas personas cuya afectación de la patología en la profesión puede poner en riesgo a terceras personas.
Así, por ejemplo, puede concederse incapacidad por trastorno bipolar a agentes de la autoridad como policías, bomberos o tambien conductores de camión o autobús.
También se puede conceder a aquellas personas que ejercen una actividad de alta exigencia mental, pues la enfermedad y/o medicación ha disminuido su capacidad de concentración, análisis, etc., impidiéndole llevar a cabo su trabajo con un mínimo de rendimiento y eficacia.
Este último sería el caso, por ejemplo, de empleados de banca, altos directivos o abogados, entre otros.
El grado de incapacidad permanente absoluta por trastorno bipolar se reconoce a aquellas personas que no están en condiciones de realizar ninguna actividad laboral normalizada con un mínimo de productividad y rendimiento. La afectación de la enfermedad y los efectos secundarios de la medicación son de tal magnitud que impiden la realización correcta de cualquier actividad laboral.
Incapacidad por TOC
El Trastorno obsesivo compulsivo – TOC y se trata de un trastorno cronico y grave, caracterizado por pensamientos obsesivos y compulsivos, ideas fijas recurrentes y persistentes que generan inquietud, temor, ansiedad o aprensión.
Incapacidad permanente por patologías reumatológicas:
Las enfermedades reumatológicas invalidantes mas frecuentes son:
- Artritis psoriásica
- Artritis reumatoide
- Artrosis
- Enfermedad de Behcet
- Fibromialgia severa
Incapacidad permanente por artritis psoriásica.
En los casos de artritis psoriasica severa y graves, el trabajador presenta dolores constantes en articulaciones y con frecuencia rigidez en miembros, especialmente en las manos acompañado de problemas y lesiones en la piel.
En cuanto al otorgamiento de una incapacidad permanente total, debe valorarse las limitaciones funcionales que presente cada trabajador en relación a la existencia de artritis y a las tareas que desempeña en su actividad habitual.
Por ejemplo, los tribunales han reconocido una incapacidad permanente total a un oficial de la construcción por padecer artritis psoriásica, anquilosis de carpos, episodios de artritis de codos, rodillas y tobillos, clínica que le limita para desempeñar tareas que impliquen esfuerzo físico o requieran destreza manual, requerimientos habituales en la profesión que ejerce.
Del mismo modo, se reconoce una incapacidad permanente total a un trabajador que padece artritis psoriásica, con afectación de manos, ya que no resulta razonable que con este padecimiento esté manipulando alimentos para el consumo de terceros, cuando su profesión habitual es carnicero.
En consecuencia, suele otorgarse una incapacidad permanente total cuando la profesión habitual requiera habilidad con las manos o deambulación continuada y la artritis afecte a las manos y/o a las extremidades inferiores.
En cambio, la incapacidad permanente absoluta se otorga cuando se padecen varias patologías graves, entre ellas artritis crónica. Se entiende que la artritis, incluso con deformación articular, no es una enfermedad que por sí sola inhabilite de manera plena para el ejercicio de toda profesión u oficio
Los casos de artritis reumatoides son merecedoras de incapacidad permanente total El grado de incapacidad permanente total para la profesión habitual por artritis reumatoide suele concederse a aquellas personas cuya patología afecta exclusivamente a su trabajo habitual.
Suele tratarse de profesiones que requieren gran esfuerzo físico, carga de peso o bien trabajos que impliquen tareas de precisión con las manos y/o extremidades superiores. Por ejemplo en trabajos mecánicos, reponedores en supermercado, electricistas o profesionales de la construcción que requieran carga o trabajos manuales como encofradores o carpinteros.
El grado de incapacidad permanente absoluta por artritis reumatoide se reconoce a aquellas personas que no están en condiciones de realizar ninguna actividad laboral consecuencia de la gravedad del diagnóstico.
Generalmente, suele concederse a aquellas personas a las que la enfermedad les afecta más gravemente, y, por tanto, no se puede realizar ningún tipo de actividad que implique un mínimo de actividad con las extremidades superiores e inferiores.
Incpacidad permanente por fibromialgia
La Fibromialgia, es otra patología reumatologica frecuente que afecta a las articulaciones y que no siempre es invalidante, ya que el mero diagnostico de la enfermedad no supone automáticamente que impida trabajar. Solamente podremos tener derecho a una incapacidad permanente cuando esta diagnosticada como severa en grado III o superior.
Es relevante valorar el tiempo de evolución de la enfermedad, el tratamiento o tratamientos específicos prescritos a la afectada y la respuesta a los mismos, así como, y esencialmente, el nivel de repercusión funcional en su caso concreto.
La fibromialgia puede oscilar desde la absoluta imposibilidad de realizar tareas tan livianas como levantar o asir un objeto e escaso peso, pasando por la limitación exclusivamente para esfuerzos intensos por aparecer un cansancio cronico , y hasta la inexistencia de repercusión funcional alguna, la ser posible el desarrollo de las actividades cotidianas sin interferencia del dolor músculo-esquelético.
Las dolencias propias de la fibromialgia no sólo incide de forma diferente según las personas, sino que también varía la repercusión funcional en la misma persona de un día a otro, e incluso en función de las horas del día, pudiendo provocar desde la más absoluta de las incapacidades hasta una irrelevante repercusión funcional, paliable con tratamiento farmacológico adecuado.
Así, para considerar dicha gravedad en las lesiones, debe tenerse diagnosticado un grado III o IV en las dolencias ostearticulares provocadas por la fibromialgia y/o síndrome de fatiga crónica, pues ello conlleva limitaciones tan severas en la capacidad laboral de la persona trabajadora que la misma sería tributaria del grado de Incapacidad Permanente Absoluta, no solo no podrá realizar con regularidad y normalidad su profesión habitual sino cualquier otra profesión por muy liviana que fuese.
Incapacidad permanente por enfermedades o patologías traumatológicas:
Las patologías trumatológicas invalidantes mas frecuentes son:
- Discopatías
- Hernia Cervical
- Lumbalgia
- Incapacidad por Supraespinoso
- Incapacidad por Menisco
- Síndrome del túnel carpiano
- Espondiloartritis
Incapacidad por discopatía degenerativa
Las discopatias degenerativas pueden ser invalidantes cuando son crónicas y severas. Cada caso es diferente y debe analizarse con detalle desde el punto de vista médico, así como desde la perspectiva del tipo de trabajo que la persona realiza para determinar en qué grado de incapacidad laboral nos encontramos.
Por ejemplo, si la persona que esté sufriendo de una discopatía degenerativa realiza donde debe cargar objetos pesados, mantener posiciones forzadas durante largos períodos, estar mucho tiempo de pie como trabajadores de la construcción, agrícola o jardinería sera invalidante. En resumen, si su labor requiere de un esfuerzo físico importante, esta dolencia la incapacita para desempeñar su trabajo habitual debiendo tener derecho a una incapacidad permanente total.
Una vez que el trabajador haya recibido el tratamiento médico prescrito y se observe, objetivamente, que no habrá mejoría o no puede haberla, que la persona presenta reducciones anatómicas o funcionales graves que disminuyen o anulan su capacidad laboral, este trabajador podrá acudir al Tribunal medico de INSS para tramitar la incapacidad.
También puede darse el caso de que la gravedad de la discopatía degenerativa ponga al trabajador en una situación en la que no puede desarrollar ningún tipo de trabajo, o que aún más allá, requiera de asistencia de tercera persona para moverse y realizar actividades básicas de la vida diaria (ABVD). En estos casos, podrá solicitar una incapacidad absoluta e incluso una Gran invalidez con un complemento del 50 % de la base reguladora.
Incapacidad por Hernia Cervical
La Hernia Cervical también puede ser invalidante segun la gravedad de la misma y siempre que genere limitaciones funcionales, se podría acceder a una Incapacidad Permanente. Por ejemplo, cuando el trabajador presenta una hernia discal dorsal o por hernia cervical c5 c6, puede merecer una incapacidad total o absoluta según la gravedad de la afectación asi como la localización y relación con estructuras circundantes de este tipo de discopatía. Y también si se ha agotado el tratamiento rehabilitador de fisioterapia y no hay mejoría alguna.
En los casos en que la lesión sea susceptible de mejorar con una cirugía mayor -excepto si esta está desaconsejada-, debe demostrarse que el solicitante ha sido intervenido quirurgicamente y aun hay secuelas graves y persiste la limitación funcional en el trabajador.
La invalidez por hernia cervical puede ser en su grado total es la que con más frecuencia se reconoce por esta clase de patología. Se da en aquellos casos en los que se presenta una limitación a la sobrecarga de la región cervical, en aquellas profesiones que lo exigen. Como trabajadores de la construcción, jardineros, conductores, reponedores o cuidadores.
La prestación por hernia cervical puede llegar a ser en grado de incapacidad absoluta para todo tipo de actividad profesional aunque sean trabajos sedentarios , pero en pocas ocasiones. Solamente cuando se acreditan, derivados de esta enfermedad cervical , vértigos o mareos frecuentes e intensos.
Incapacidad por Lumbalgia
La incapacidad laboral por lumbalgia crónica, tambien es posible, Cuando hablamos de lumbalgia, existe un dolor que se localiza normalmente en la parte central y baja de la espalda, específicamente en regiones dorsales y especialmente lumbares de la columna vertebral.
Normalmente este dolor se irradie al glúteo y al miembro inferior, en alguna ocasiones a ambos miembros inferiores, pudiendo irradiarse por toda la pierna hasta la rodilla o el pie.
El origen de esta lumbalgia crónica puede desde un traumatismos sufrido por el trabajador o también por problemas de tipo degenerativo de la columna u otras patologías o enfermedades de la espalda. los síntomas más relevante que provoca la lumbalgia es el dolor irradiado, que en algunos casos, llega a ser constante.
Las limitaciones que suele generar una lumbalgia crónica va a depender siempre del caso en concreto pero a modo de resumen podemos decir que puede provocar limitaciones como caminar de forma prolongada., Bipedestación prolongada, manejo de cargas.
Es importante valorar la categoría profesional del trabajador y si debe mantener posturas forzadas a nivel dorso-lumbar, si requiere deambulaciones o bipedestaciones prolongadas, si se exigen flexiones reiteradas de columna lumbar, si tiene que manejar o no pesos y cargas, etc. Por ejemplo, podemos hablar de categorías profesionales relacionadas con la construcción, agrícola, mozo de almacén, hostelería o cuidadores.
Incapacidad por rotura del tendón supraespinoso
Esta es una afección en el hombro que impide su correcto funcionamiento. Si quieres más información o solicitar la incapacidad por rotura de supraespinoso visita el enlace.
Incapacidad por rotura del menisco
El menisco es una almohadilla situada alrededor de la rótula que al romperse no se regenera y puede generar molestias, dolores y pérdidas de movilidad. Si quieres más información acerca de cómo solicitar la incapacidad por menisco roto consúltalo aquí.
Invalidez por espondilitis anquilosante
La incapacidad laboral también es posible por espondilitis anquilosante. Esta patología se define como una forma crónica de artritis que afecta mayormente los huesos y las articulaciones en la base de la columna, que resultan inflamadas.
El reconocimiento de una incapacidad permanente por espondilitis anquilosante dependerá de la afectación y gravedad de la misma. Es una enfermedad crónica por lo que para solicitar la incapacidad permanente será necesario que se han seguido todos los tratamientos médicos y rehabilitadores pautados.
Para poder solicitar la incapacidad permanente total por espondilitis anquilosante es necesario que la enfermedad sea incompatible co nuestra profesión habitual o incapacidad absoluta cuando le afecta para para ejecutar todo trabajo cuando afecta gravemente a la vida diaria.
Conclusión
Si padeces cualquier patología o enfermedad y estás pensando en solicitar la incapcidad, te recomendamos consultar con nuestro equipo de abogados y peritos médicos para analizar la viabilidad de su caso en base a la documentación medica que acredite la gravedad de las patologías y la incompatibilidad con su capacidad laboral.
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