Causas principales de estrés postraumático
En primer lugar debemos preguntarnos: ¿Cuál es el origen del trastorno postraumático?
Esta pregunta tendrá especial relevancia en los casos de determinación de contingencia, es decir, aquellos en los que se debe valorar si la incapacidad se deriva de una enfermedad común, o de un accidente laboral o enfermedad profesional.
¿En qué repercute el estrés postraumático en el funcionamiento laboral?
Esta es la cuestión principal por dilucidar en cualquier valoración pericial referente a una posible incapacidad laboral permanente. No se debe determinar si el trabajador puede o no seguir realizando las tareas propias de su profesión o de cualquier otra, sino si puede realizar dichas tareas con la suficiente dedicación, continuidad y eficacia.
¿La afectación del funcionamiento laboral afecta a cualquier tipo de actividad?
La respuesta a esta pregunta determinará sí el trabajador en cuestión es susceptible de serle reconocida una incapacidad permanente absoluta o total, es decir, para todo tipo de profesión o solo para su profesión habitual.
¿Tienen los pacientes agotadas las posibilidades terapéuticas?
En caso de que las limitaciones funcionales sean susceptibles de mejoría con un tratamiento médico, se deberán agotar los plazos antes de determinar que la persona debe recibir una prestación por incapacidad permanente.
¿Cuál es el pronóstico a medio-largo plazo?
En caso de que el pronóstico a largo plazo sea incierto, se podrá reconocer la prestación de incapacidad permanente sin que esto impida que dicha declaración se revise en un plazo determinado de tiempo.
Con concreto, el Trastorno de Estrés Postraumático puede ser sinónimo de incapacidad permanente total en determinadas profesiones de riesgo para terceros como por ejemplo, cuando el trabajador va armado (policías, vigilantes de seguridad, etc.) o tiene que conducir durante su jornada (como un conductor de autobús o de tren). Pero también en actividades de alta exigencia mental o estrés (directivos, empleados de banca, etc.)
Por regla general, el grado de incapacidad laboral absoluta para cualquier tipo de profesión se suele conceder en casos de Trastorno de Estrés Postraumático con posibilidades terapéuticas agotadas.
Se entiende que, debido a los síntomas, el trabajador no está en condiciones de llevar a cabo ningún tipo de actividad laboral con normalidad.
El complemento de gran invalidez es muy poco habitual y solamente se puede obtener si la sintomatología psicótica asociada es de tal gravedad que requiere de una supervisión de una tercera persona.
Normalmente porque tenga alto riesgo de auto-lesiones o para la adecuada toma de la medicación prescrita por el facultativo competente.
Ejemplos de Incapacidad Permanente por Estrés Postraumático
Podemos poner un ejemplo relavante, según se recoge en la sentencia de la Sala de lo Social del TSJ de Castilla y León con fecha 21 de noviembre de 2018, sufrió una agresión sexual en el año 1997, a raiz de la cual presentó un cuadro clínico compatible con un diagnóstico de trastorno de estrés post-traumático, y por el que requirió tratamiento psiquiátrico y psicológico.
Parece que dicho cuadro clínico tuvo una evolución hacia la cronicidad, con interferencia significativa en su vida personal, social y familiar. También según la sentencia, la información de que el autor de la agresión había sido puesto en libertad tras veinte años en prisión, provocó una nueva acentuación de la sintomatología postraumática, presentando ansiedad generalizada, hipervigilancia, evitación, escape y sintomatología vegetativa.
La Sala confirma integramente la sentencia del Juzgado de lo Social num. 1 de Zamora, que concluye que “la afectación psicológica que sufre la demandante determina una limitación funcional que le impide llevar a cabo cualquier actividad laboral de forma efciciente y conforme a los mínimos requerimientos que son imprescindibles en cualquier profesión”, por lo que se le reconoce una prestación por Incapacidad Permanente Absoluta para toda profesión, desestimando el recurso de suplicación interpuesto por el letrado de INSS, a cuyo juicio, la demandante podía realizar con plena eficacia y habitualidad su actividad de trabajadora agraria por cuenta ajena, o subsidiariamente, todo tipo de trabajos sedentarios o livianos.
Conclusiones
En resumen, para determinar si un caso de estrés postraumático es apto para solicitar la incapacidad permanente, habrá que analizar con detalle cada caso concreto y valorar la documentación medica por un perito experto en incapacidad laboral y estar asesorado por abogados expertos en la materia.
Para cualquier duda puede consultar a nuestro equipo de abogados expertos de INCAPACIDADSEGURA.COM y le daremos la mejor opción analizando toda la documentación medica, tiempo de baja medica, evolución de la enfermedad, las tareas propias de su categoria profesional y dando un pronostico de viabilidad del caso concreto.
Suscríbete a Nuestro Newsletter
Únete para recibir correos con consejos, descuentos y la última información jurídica en Málaga
Enhorabuena. Te has suscrito con éxito
No haremos spam. Prometido.